¿Por qué perder peso se ha convertido en una tarea tan difícil?

“…Me como esta galleta, no me como esta galleta, me la como y mañana como menos…o me la como y salgo a correr…!!”

Muchas personas, en especial mujeres, vivimos a diario en conflicto con nuestro cuerpo y con esos kilos que vemos de más en el espejo…

Hace dos años me encontré con un conocimiento que para mí fue revelador y que he podido aplicar y experimentar durante todo este tiempo. Hoy me gustaría compartirlo con ustedes, empezando por decirles que el error más común en la batalla con el peso, no es ni la falta de ejercicio constante, ni la falta de voluntad para seguir una dieta estructurada.

El error más frecuente que nos mantiene totalmente estancadas y en ciclos de sube-y-baja con la pérdida del peso es la ¡CRITICA CONSTANTE que llevamos dentro!

No estoy diciendo que hacer deporte de manera frecuente y comer de manera saludable no sean importantes. ¡Lo son! Pero tanto la manera en la que comes, como tu relación con el deporte, son solo una consecuencia de algo más profundo que está sucediendo dentro de ti. Es en esta profundidad donde se produce el verdadero cambio para alcanzar lo que deseas.

El primer paso es sencillo (de decir):

A C E P T A    T U    C U E R P O

Nos parce impensable… ¿verdad?

Creemos que si aceptamos nuestro cuerpo tal como es, caeremos en el conformismo y nunca cambiaremos.

Por tanto creemos que decirnos nuestros defectos y lo gordas que aún estamos en repetidas ocasiones, además de lo incompetentes que somos para seguir con la dieta y el régimen de ejercicios a raja tabla, es no solo la mejor, sino la única manera de meternos suficiente presión para ponernos manos a la obra y poder cambiar.

¿Te suena familiar?

¿Antes de continuar, pregúntate si actuar de esta manera te ha servido para algo duradero? Y si piensas: “bueno, quizás me ha faltado tener más fuerza de voluntad, o incluso ser más dura conmigo misma durante más tiempo”, por favor, continua, te lo voy a explicar…

Cada vez que te criticas de manera constante y dura, suceden dos cosas claves:

  1. “Te rompes el corazón” ¡Si! Y afectas tu autoestima, tu seguridad en ti misma y tu sensación de valía como mujer.
  2. Estas generando CORTISOL en tu cuerpo. Esta es la hormona del estrés, íntimamente ligada con la subida de peso. Cada vez que te tratas así estas creando en tu cuerpo una respuesta de estrés llamada “ataca o huye” en inglés “flight or fight response” responsable de activar el mecanismo de defensa de tu cuerpo. Estar en este estado constantemente, hace que te mantengas atrapada en un círculo vicioso de sube y baja con tu peso (entre otras cosas en tu vida)

Te explico cómo funciona…

Tenemos una glándula en el cerebro que forma parte del sistema límbico, llamada “La Amígdala”. Conocida por ser “la detectora de amenazas”, procesa y almacena las reacciones emocionales. Es decir, cuando percibe una amenaza, genera estrés y “avisa” a la parte del cerebro encargada de desplegar todo el sistema de defensa del cuerpo.

El objetivo de esta defensa es mantenernos a salvo. Está profundamente arraigado a nuestro cerebro más primitivo que se remonta a nuestros ancestros, quienes tenían que reaccionar de manera rápida para salvarse de una amenaza inmediata, como la de encontrarnos con un león hambriento en la mitad de la selva.


Durante la respuesta “ataca o huye”, todos tus músculos se tensan, aumenta la adrenalina de tu cuerpo, la presión de la sangre, el ritmo cardíaco y el cortisol.

¿Y qué tiene que ver esto con mi peso?

¡Todo!

Cuando tu cuerpo está preparado para la supervivencia, las funciones menos esenciales como:

LA DIGESTIÓN

Son disminuidas o ¡apagadas! Esto hace que tu cuerpo:

  • No pueda absorber los nutrientes que necesita: por lo que seguirá pidiendo más comida de lo “habitual”
  • Y que tu metabolismo se desacelere: no importa lo bien que comas, tu digestión será  l….e…..n……t……a

Además, el exceso de cortisol en el cuerpo, está relacionado con aumentar:

  • Tu apetito
  • El deseo de azúcar
  • La grasa abdominal

 

EN CONCLUSIÓN

La crítica que te haces a ti misma de forma constante y vehemente, es percibida como una “amenaza” por la amígdala de tu cerebro, lo cual mantiene a tu cuerpo en una continua respuesta de “ataca o huye” que no solo aumenta tu apetito y tu deseo de “azúcar” sino que además impide que los nutrientes de la comida sean absorbidos apropiadamente. Este exceso de adrenalina en el cuerpo, aumenta tu ansiedad y hace que sea mucho más difícil para ti, no comer de forma compulsiva. Tema del que hablaré en un próximo post.

Necesitas acabar con la vieja creencia de que si no te dices lo fea que estas y lo mucho que te falta por mejorar, entonces no lo conseguirás.

Date cuenta que si esto sirviera como crees, ya tendrías el cuerpo que quieres, te sentirías súper a gusto y lo más importante: habría sido sostenible para ti, con ¡facilidad!

ESTE CAMBIO DE PARADIGMA EN TU MANERA DE PENSAR, ES CLAVE

Prueba esta semana a observar como te tratas a ti misma en referencia a tu peso y a cómo te ves. 

TIP: Empieza a mirarte en el espejo con otros ojos, y piensa que ningún cuerpo puede sacar lo mejor de sí en un ambiente hostil. 

Pregúntate constantemente: “Estoy creando un espacio saludable y amable dentro de mí, o estoy creando un espacio de conflicto y toxicidad?

Y recuerda que en cada momento, PUEDES ELEGIR